miércoles, 28 de julio de 2010

Pagar El Precio


Ciclo de vida: Nacer, crecer, reproducir, morir. Así es como vamos día a día. La llegada al mundo es un acontecimiento pero no podemos predecir qué pasará mañana.

Qué quiero decir con esto? Muy simple, mientras tenemos este contrato con Dios y permanecer en alquiler en este mundo, debemos aprovechar al máximo cada momento que vivimos y enfrentar los obstáculos mientras respiramos.

Esta mañana leí un artículo de un blog hermano que me llamó mucho la atención. Para no extender el cuento, el argumento trata de cómo un señor, luego de vivir varios años en Estados Unidos trabajando duro, decide venir a este país de retirada. Como recompensa de la vida adquiere un Toyota 4Runner 2008 SUV, para disfrutar sus últimos días; no obstante tiende a toparse con un militar retirado que se interesa por el vehículo. El señor le hace saber que no vende su vehículo, pero el militar se obsesiona por el premio que este noble señor obtuvo de varios años de trabajo, y no descansa y hasta (virtualmente) amenaza al pobre hombre, éste se ve obligado a salir del entorno pero el militar insiste en poseer el preciado Toyota hasta más no poder, lo que obliga al hombre a volver a Nueva York, a terminar de vivir sus días.

Para ver el artículo completo, click aquí.

He aquí mi opinión. Leer esta historia me llenó de rabia, de cómo los grandes se interesan y se obsesionan por el logro y el esfuerzo de los pequeños!!! Me hizo recordar en este momento el acontecimiento bíblico que sojuzgó a David, por el Profeta Natán: Dos hombres, un rico y un pobre comparan sus rebaños de ovejas. El rico tenía numerosas ovejas, y el pobre solo contaba con una pequeña oveja que estimaba mucho. El rico, no queriendo perder lo que tiene como ofrenda a una visita, ordena a uno se sus subordinados a secuestrar y matar a la pequeña oveja del pobre. David, indignado por la ilustración, consideró que el rico merecía la muerte por sus actos, lo que Natán replicó: Tú eres ese hombre. David reconoció el por qué de su conducta en esos momentos (adulterio, infortunio, decepción, entre otros) y admitió su pecado.

No podemos vivir en paz, aún cuando tengamos nuestra forma de vivir y como nosotros mismos nos premiamos por ello, siempre tendremos quienes escudriñen y cortan con gusto nuestras alas, por el mero hecho de seguir hacia adelante. Yo mismo he tenido que enfrentar obstáculos, múltiples piedras en el camino queriendo que tropiece y me quiebre los pies, pero a pesar de todo me he mantenido firme; he caído, pero siempre me levanto y con más ganas acelero el paso, sin descansar, sin querer saber que pasará al otro día. Hoy escribo estas letras y sé que "me están velando", pero ojalá NO se queden con los moños hechos.

Quien lea esto, lo invito a que opine. Y que al igual que yo que atesore cada momento que tiene en esta vida, siempre habrá algo o alguien que buscará desviar la atención, y hacer lo impensable con tal de que uno tenga que pagar el precio.