viernes, 18 de septiembre de 2009

Lo que siento y pienso: Artículo 30

Todavía siento el eco de protestas de aquel artículo que prohibe los abortos en Rep. Dominicana.

Naturalmente lo describiré a mi estilo: La iglesia y los grupos pudientes (que de eso NO tienen nada) velan porque se preserve la vida de los nuevos retoños que nazcan. (En ese pedacito estamos de acuerdo...)

Los grupos feministas quieren que la mujer decida y tenga derecho a la terapia de recibir fundazos (entiéndase, derecho a chingar; no puedo decirlo de otra manera.)

El artículo se aprobó en el congreso.

Lo hicieron una caterva de vagos que solo levantan la mano (los congresistas cuyos rostros sonrientes venden en los afiches y se ganan la confianza de los tontos útiles pueblerinos que los ponen a acomodar sus traseros en la cámara; ESO TAMBIÉN VA PARA LOS FELIGRESES QUE CREEN QUE EL PRESIDENTE VINO DEL CIELO EN UNA CARROZA CELESTIAL A SALVARNOS. (DE QUÉ?!?)).

Los pros y contras fluyeron todo el día: Los pros dijeron que era una victoria de Dios (resulta vagamente familiar no?) Los contras dijeron que es un retroceso a la humanidad.

Es penoso en cierto grado porque solamente las manos en alto y la acción de una fémina deciden la vida de un bebé que tal vez no pueda llegar, nunca alcanzará un carrito o una muñeca o ni siquiera jugará con el chupete ni le pondrán aquel babero adornado con flores y dibujos animados de la época.

Es verdad, todo ha salido a raíz de los mismos escándalos relacionados de siempre: violaciones, incestos, crímenes pasionales y múltiples formas de querer saciar el apetito carnal (Tanto de hombres como mujeres, NADIE SE ABSTIENE A ESO.).

A pesar de esta situación, se vive promoviendo las cirugías de reconstrucción del himen, las terapias psicosomáticas tanto para los sátiros y ninfómanas y l@s infantes abusados y privados de una niñez sana, y al mismo tiempo la búsqueda de métodos infalibles para deshacerse del experimento creado por un óvulo y un escupitajo de semen.

El problema viene de una sola palabra: EDUCACIÓN. El dominicano siempre ha sido un perro en cuanto a las buenas costumbres, los valores y morales. Y la sexual NI se diga.

Mi opinión al respecto: Ya que el tan cacareado pedazo de papel de inodoro con doble hoja fue aprobado, me viene a la mente lo siguiente: Los padres, responsables o no educarán a los hijos a que no "quieran rabo" o "busquen la semilla" a temprana edad?

Métodos anticonceptivos? Todo bien, hasta que los condones sean declarados impuros e inmundicios por el clero y la inquisición.

Y como siempre digo: Ah!!!! La vida en Dominicana. Por eso 'tamos como 'tamos.-

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