En mi diario vivir no es un secreto demostrar las cosas bien hechas, y más para much@s que se molestan simplemente porque lo hice bien.
Tal vez algunos no saben utilizar el blog como una herramienta. Es tu página web que construyes y manejas a tu antojo, te expresas libremente. Eso dije. Libertad de expresión. Vamos al testículo (Al grano por si no entendieron).
En estos últimos días he estado observando cómo se han manifestado las libertades de expresión. Cómo han maltratado las libertades de expresión. La agresión al periodista Franklin Guerrero por familiares de un capo de la droga es un hecho de maltrato de libertad de expresión. El caso de la bloguera cubana Yoani Sánchez es un hecho de atropello de libertad de expresión.
Voy a remitirme a los tiempos de la Era de Trujillo. Cuando el Generalísimo fue presidente en 1930, tuvo antecedentes criminales previos a su incursión a la Guardia Nacional Dominicana (Institución antecesora de la actual Policía Nacional); éste perteneció a una banda de maleantes llamada "La 44" que se dedicaban a cometer todo tipo de delitos (robos, atropellos, asaltos, etc.) y ponían en zozobra a la población de su pueblo natal, San Cristóbal. Al alcanzar el poder (de un método que muchos conocen), experimentó con una banda leal a su régimen, llamada "La 42", dirigida por Miguel Ángel Paulino, antiguo miembro de la 44. Los datos históricos nos recuerdan el primer asesinato de la dictadura: la muerte del político Virgilio Martínez Reyna y de su esposa que se encontraba embarazada, el 1ero de Junio de 1930. (Martínez Reyna era uno de los más notorios colaboradores del Presidente Horacio Vásquez). El crimen consternó a la población, y el dictador optó por desbandar el grupo tras recibir fuertes presiones. El resto de los atropellos todo el mundo lo puede buscar en los libros y en la Enciclopedia Dominicana.
Luego me adelantaré 36 años después. Muerto el perro en el 61, se acaba la rabia. ¿Se acabó? ¡Aún NO! Ahora vienen los 12 años. No hablaré mucho del siempre venerado Joaquín Balaguer, quién considero padre del régimen autocrático que vivimos hoy día después de Trujilllo (¿Lo leyeron? AUTOCRÁTICO, es un partido de diferentes colores.), pero ay de quién hablara mal de ese viejito, que se sabe bien que no le gustaban los estudiantes, los periodistas ni los comunistas. Orlando, Amín, Homero Hernández, Germán Aristy, Goyito, El papá de Nuria, entre otros... saben desde los cielos a lo que me refiero. El Doctor simplemente dijo que eran sectores Incontrolables.
No duden ustedes que el manifiesto de Abril del 65 fue un atropello de la libertad de expresión. Lo mismo digo del 84, cuando mi propia madre tuvo que protegerse despavorida de los tiros y bombas ese día, yo contando apenas con un año de edad viviendo en la calle 6 #58 del capotillo. No duden ustedes tampoco que el fraude del 1994 que no permitió al Dr. José Francisco Peña Gómez alcanzar el poder, también es un atropello a la libertad de expresión.
Volvamos al presente. Los últimos acontecimientos me dejan prácticamente alerta, porque yo puedo denunciar y hacerle la seña a un político, empresario o burócrata; y se atreven a pegarme un susto como hicieron con el esposo de Yoani Sánchez, o al propio Franklin Guerrero que le tirotearon su casa cuando solamente estaban su esposa e hijas en el interior. En el caso de Yoani, se expresó como cualquier librepensadora y el régimen cubano la apresó y torturó, como queriendo decirle "pa que aprendas", vino su esposo a defender su honor y los tontos útiles que racionan la comida en La Habana (con todo y hambre) lo agredieron. Se pueden contar las múltiples veces que intentan callar a Nuria Piera, Alicia Ortega, Marino Zapete y demás periodistas que NO se venden ni le aplauden las babosadas a los sectores de poder (como Euri Cabral), buscan taparles la boca con alumbre para que no la abran más...
En fin, yo sigo desde aquí, y salgo muy campante a la calle, me dirijo a mi trabajo y tengo los oídos preparados para escuchar los siguientes términos: apátrida, perredeísta, loco viejo, vago sin oficio, peatón, etc. Como quiera, son palabras necias.
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